sábado, 30 de abril de 2011

SITUACION DE LAS PERSONAS TRANS EN ECUADOR


Por sus múltiples formas de disidencia del orden sexo género socialmente establecido, las identidades trans sufren formas igualmente múltiples, concurrentes y conexas, de represión social. Entre los tratos discriminatorios  en que se plasma el castigo social al transgenerismo, están la limitación de oportunidades, la violación flagrante de derechos empezando por el derecho a la identidad libremente expresada y a la exclusión  de las personas trans de ámbitos económicos, sociales y culturales.
De entre las identidades trans, las trans femeninas son el colectivo sexualmente diverso que más se ha visibilizado en el Ecuador, y que cuenta con cierto grado de organización política superior al de otras poblaciones trans, especialmente a partir de la década de los noventa.
Por ser su sexo de origen masculino, y ser entonces la preciada “masculinidad” la que socialmente transgreden, las trans femeninas son también el colectivo que mayor discriminación frontal ha experimentado en el Ecuador. Por frontal, nos referimos a las formas de represión institucionalizada ya violaciones particularmente visibles en cuanto tocan la esfera de la vida y ala integridad física, como : muertes, torturas, detenciones arbitrarias, represión brutal de la identidad y la imagen. Tratos crueles, inhumanos y degradantes.
Sin embargo, aunque es menos visible que la represión frontal, las trans femeninas experimentan, también, un proceso de etiquetamiento que, desde la adolescencia  o incluso edades más tempranas, desencadena un cierre casi total de oportunidades económicas, sociales y culturales, especialmente en las esferas del trabajo, la salud, la educación y dramáticamente, la vivienda en modalidad de inquilinato. En definitiva, las trans femeninas sufren una violación múltiple, conexa y compleja, de derechos económicos, sociales y culturales, más allá de aquella violación de derechos civiles que resulta tan notoria.
En cuanto a los trans masculinos, su principal realidad es todavía la de la extrema inbisiblilidad, con excepciones en ciertas localidades pequeñas y periféricas,sobre todo de la costa rural del Ecuador. La invisibilidad es un efecto histórico del patriarcado sobre las personas cuyo sexo de origen es el femenino. Muchos trans masculinos le apuestan a la que consideran su única estategia de superviviencia 2pasar desapercibidos” o “pasar por hombres”. Su intención es evitar represalias de sus círculos sociales, y evitar, sobretodo, las relaciones misóginas de sus empleadores cuando estos se enteran de que “son mujeres”; reacciones que en los cuerpos originalmente femeninos muchas veces implican violencia sexual,

En cuanto a los y las tansexuales ecuatorianas – muchos de ellos y ellas epxerimentan un modo especialmente físico y corporalmente violento la sanción a la “no pertenencia” a uno de los dos sexos – géneros. La no pertenencia transexual es menos ocultable que la de otros transgenerismos (dependiendo también de factores socio económico) en cuanto exhibe marcadas evidencias físicas de la práctica de una intervención corporal radical pocas veces acompañada de ayuda médica. El miedo a la irreversibilidad que marca numerosas experiencias transexuales, es un muchas ocasiones sólo compensado por la promesa de dejar atrás “lo trans.
En resumidas cuentas, una tiranía más del patriarcado es la necesidad social de muchos y muchas transexuales de negar la transición para convertirse en hombres o mujeres “normales”. A esto ha de añadirse la violación del derecho de las personas transexuales al acceso a la información y al consentimiento informado en las decisiones que involucran intervención corporal; incluidas cirugías de modificación genital muchas veces realizadas en contextos de negligencia médica, cuando no simplemente de lucro deshonesto.
Finalmente, la experiencia intersex en el Ecuador permanece escasamente reconocida como experiencia humana. Apenas en el año 2008 la intersexualidad es tomada en cuenta en el plan de igualdad una institución pública, que es el Municipio de Quito. En el 2009, la temática empieza a ser tomada en cuenta en medios de comunicación y surge una conciencia social incipiente acerca de la realidad de estos cuerpos distintos y el precio que pagan por su no pertenencia, la intervención corporal no consentida, el rechazo social y la dificultad de intentar adherir al orden de los cuerpos binarios al que no pertenecen.
CUERPOS DISTINTOS
Proyecto Transgenero
www.proyecto-transgenero.org

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